jue. Mar 28th, 2024

Club Social

Dolores

El Hockey va por su 16° temporada

7 min de lectura
Virginia Mapelli charló con nosotros e hizo un balance sobre los 15 años que lleva trabajando en el club. Aciertos, errores, desafíos y oportunidades para lo que viene.

Esperando por arrancar un nuevo año como Profesora y Coordinara del Hockey Femenino del Club Social, Mapelli nos contó sobre todo lo vivido en la institución Celeste, sus distintas experiencias en el deporte y la docencia y las ganas de seguir trabajando en ello.

¿Cuántos tiempo llevás trabajando en el club?
Desde el año 2004 estoy trabajando en Social y tengo muchas ganas de seguir, especialmente porque me despedí de mi trabajo en Deportivo Castelli. Allí cumplí las objetivos de dejar una oferta deportiva femenina muy fuerte, con profesores de educación física de Castelli identificados con el club y ahora ingresó a trabajar un profesor de educación física de la cantera del club.

¿Qué balance hacés de 15 años?
Muy buenos. Arrancamos de cero: tuvimos que hacer pie en la Liga, conseguir arcos y redes reglamentarias, enseñar cómo se marca la cancha. Se está formando Camila Gutiérrez como Profesora de Educación Física y específicamente en hockey, a ella le gusta mucho el deporte y fue arquera del club y además se está dedicando al arbitraje. Este año también se incorpora un profe recibido en Dolores que se llama Pablo Andrada, para ayudarnos en la preparación física de la parte competitiva. Quiero que se involucre con el hockey y no sólo con la parte física, una no es eterna así que es necesario ir formando alguien para pasarle la posta.

¿Con qué número de jugadoras cuentan habitualmente?
Han ido siempre variando, muchas veces lo económico juega su papel. Hubo un solo año que tuvimos entre 90 y 100 jugadoras, fue lo máximo. De ese semillero se armaron los equipos y empezamos a conseguir campeonatos. Nos llevó seis años, como este equipo que salió campeón ahora, que llevó el mismo tiempo armarlo desde el semillero, lo reglamentario, entender el juego, objetivos, qué perseguir dentro de la cancha, qué identidad de juego tener, sentido colectivo, es mucho trabajo pero después se ven los resultados. Hoy estamos en 70 jugadoras, no es poco pero deberíamos aspirar a más. Y en eso tenemos que trabajar muchísimo, sobre todo desde la colonia, no sólo para enganchar más a las que ya juegan sino para sumar otras. Estás compitiendo con otras ofertas de hockey como son Naytuel, el Polideportivo o el vóley de Ever Ready. Los chicos hoy tienen muchas ofertas para hacer cosas en Dolores, entonces hay que estar agudizando el ingenio para hacer algo novedoso, divertido y con contenido.

¿La tecnología y las redes sociales influyeron en eso?
El teléfono ha sido una perdición para los chicos. El año pasado fuimos el primer equipo femenino en llegar a la final de los Torneos Bonaerenses en Mar del Plata, en un momento nos cansamos y las hicimos dejar a todas su celular en una canasta, para que conversen y se miren un poco las caras. Es una batalla que hay que dar permanentemente.

¿Hay alguna novedad para el 2019?
Este año vamos a incorporar la Pre Décima, son nenas de 4 y 5 años. Yo siempre fui enemiga de tomar niños no escolarizados porque el hockey es muy complejo, ya que además del palo y la bocha tenés que dominar tu cuerpo, y a esa edad no estás preparado en entender la derecha o la izquierda, el tipo de orientaciones, direcciones, lateralidad. Pero en Castelli lo empezaron a trabajar hace dos años y cuando vi los resultados me dí cuenta que tenía que aggiornarme, es un trabajo arduo porque implica otras atenciones además del hockey. Camila se va a dedicar a eso. Además tenemos 10ma, 9na, 8va, Sub 14, Sub 16 y Sub 18 que es una categoría sin restricciones de edad. Es muy importante trabajar con el semillero, trabajar con volumen de jugadores para que luego en las categorías competitivas, que son las más grandes, tengas respaldo.

¿En qué tipos de competiciones han participado?
Jugamos Liga Platense y Cuenca durante dos años consecutivos. Durante ese lapso trabajábamos con el club pagando los pasajes de quienes se iban de Dolores a estudiar, las chicas se federaron y se hizo el esfuerzo porque nos metimos en ligas más competitivas. Pero la Liga Platense recién estaba armando su competencia y terminó siendo un año sencillo, salimos campeonas en todas las categorías salvo en 1era que nos ganó la Universidad Nacional de La Plata. Así que surgió la Federación Cuenca del Salado, donde también se sumaban un montón de clubes de Liga Natural. Nos encantó porque se trataba de una federación, por ende perteneciente a la Confederación Argentina de Hockey, nos dio un salto de calidad. Ahora bajó la calidad porque quedamos sólo cinco equipos de Liga Natural, ya que la mayoría se pasaron a sintético por alquiler o compra de carpeta. Tener césped natural resulta aburrido y difícil de motivar para la competencia, los clubes de sintético no quieren jugar en pasto y nosotros no estamos en condiciones de hacerlo en 2019. En pasto es todo más difícil, calibrás más de lo que jugás. Por lo tanto volveremos a jugar en el mismo formato de competencia que el año pasado, algo que veo como una oportunidad, porque se está haciendo un sintético en Castelli, tenemos dos proyectos para fomentar la competitividad en la Cuenca nosotros mismos e incluir a todos los clubes de la Liga Natural. También volveremos a reflotar lo que siempre hicimos, como viajar a Mar del Plata por fuera de las fechas de la liga. Si nosotros como Club Social logramos meter un día de entrenamiento en Castelli más el proyecto del sintético del club, en 2020 podemos llegar a tener un pasaje positivo a jugar en sintético y salir de lo natural. Otro año más de competir con cinco clubes no puede ser, perdés motivación.

¿Se habían entusiasmado con el proyecto de cancha sintética del club?
Era un gran entusiasmo, es el salto de calidad que nos falta. Ya tenemos una base y una identidad de juego. Además el sintético atrae a aquel jugador que se fue a estudiar, lo motiva. Sería el primero de Dolores y también generaría que otras personas se puedan acercar. En Castelli está sucediendo eso: las chicas que habían dejado de jugar, ahora que están haciendo el sintético, quieren volver. Te da un plus de volumen de jugadores que te permite armar mejores equipos y competencia. Ojalá que para 2020 lo podamos tener, porque el mejor momento para hacerlo es en verano, que llueve menos y no hay competencia, durante el resto del año se hace más difícil. Con tiempo bueno la hacés en tres meses. Sabemos que el proyecto tiene continuidad, pero en una economía que no está bien, lo que asustan son los números, teniendo en cuenta que se cotiza en dólares. Una vez hecha la inversión eso capitaliza al club, la oferta y todo lo que quieras hacer. Si tenés sintético, a cualquier club que invites, viene. Podemos hasta hacer un torneo y aprovechar los dormis del club. Social tiene todas las condiciones para ser competitivo en sintético cuando se dé, y tenemos que estar preparados para competir contra los mejores, lo que te motiva es que el del otro lado te haga fuerza, que te haga pensar, que no juegue igual que vos. Nos pasó en Torneos Bonaerenses, que al ser Seven es un formato distinto con mucho más espacio, y los que juegan en sintético saben cómo entrarte y golearon. Cuando ganás no analizás qué hiciste bien y qué hiciste mal, te metés en esa euforia del triunfo y seguís.

¿Qué cosas valorás y qué cosas te parece que se pueden mejorar desde el club para con el hockey?
Me gustaría que existiera la figura del Socio-Jugador, que tuviéramos más apertura. Entiendo que si sos socio del club mantenés una estructura y querés que el que use las instalaciones sea socio, pero tenemos que encontrar un término medio porque va a llegar un punto que vas a necesitar del no socio, como hoy, que tenemos algunas jugadoras que no lo son. No estoy hablando de una apertura irrestricta. Tener un cupo, como tenemos, de cierta cantidad de jugadoras por división que no sean socias, pero encontrarle la vuelta para generar más cantidad de jugadoras, porque cuando les decís que tienen que hacerse socias es un freno, y eso nos hace perder chicas con potencial que podríamos desarrollar en el club y que se peguen la camiseta en la piel, por más que no sean socias desde los papeles. De todas maneras, el club fue siempre muy abierto generando condiciones para asociar, en su momento asociamos entre 30 y 40 chicas y nos gustaría este año hacer lo mismo. Después yo siento que hemos conquistado lugares con el correr de los años y ya tenemos nuestro espacio dentro del club. Las relaciones con las comisiones han sido distintas, pero siempre con muy buenas respuestas. Nunca fuimos ni rechazadas en los proyectos ni en solicitudes de recursos, el club colabora mucho con la cuota club y asociación de la cuenca, con recursos para los transportes, y nosotras tenemos una subcomisión que ha trabajado muy bien en estos años para comprar materiales y otros asuntos. Nos da un respiro muy grande, porque los profes tenemos que planificar lo que pasa en la cancha, y asuntos que hay que atender y que nos quitan mucho tiempo. Yo estoy atrás de todo lo que hagan, de la logística, pero el trabajo de la subcomisión nos dio margen, porque además tiene muy buena comunicación con la Comisión.

¿Qué representan para vos el hockey y la docencia tu vida?
Todo, todo (se emociona). Más de 23 años. Todo.

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